El ser humano como un ser simbólico

El Ser Humano como un Ser Simbólico


El ser humano ha sido definido como animal simbólico. La definición no puede ser más certera, pues uno de los rasgos que lo definen y le diferencian del resto de los animales es su capacidad de simbolización, que empieza con el lenguaje y culmina con la simbolización de la relación de la persona con el mundo y las cosas. El símbolo no es algo exclusivo de los niños y niñas, de las personas neuróticas, o de los pueblos llamados «primitivos». Resulta consustancial al ser humano, constituye una parte fundamental de su vida espiritual y es anterior al lenguaje y a la razón discursiva. Ser persona, dirá Vergote resumiendo las aportaciones de las principales antropologías de nuestro siglo, es «simbolizar la existencia».


El símbolo se ha visto inmerso únicamente en el hombre, este es un elemento constitutivo y propio de él; el hombre no se encuentra solo en un mundo físico, también se ha adentrado en todo un complejo mundo simbólico el cual ha dado elementos de transformación en la vida del hombre, lo ha diferenciado de otros animales dando paso al sentido, la abstracción, la inteligencia y la imaginación simbólica entre otros.


El hombre tiene un sistema simbólico y esto es lo que lo diferencia de otros animales, su “circulo funcional” es más complejo que el de otros organismos lo cual hace que lleve a cabo un proceso más lento en cuanto a la reacción de los estímulos exteriores, es un proceso lento y complejo de pensamiento, así el hombre ya no se ve inmerso solo en un mundo físico, también en un mundo simbólico donde va desplegando ese mundo físico así alejando al hombre de la cosa en sí, y para ver o conocer debe ser a través de una red simbólica (lenguaje, mito, arte, religión), así el hombre vive en medio de emociones, esperanzas y miedos que se presentan en sus fantasías o sueños.

Ser humano, ser simbólico  (Click para ver la infografía)


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